sábado, 31 de diciembre de 2011

Comunicado de Prensa de CORREPI ante la sanción de la Ley Antiterrorista

turespuesta aparecerá más abajo, en el foro.
29 de diciembre de 2011

Por CORREPI:

De la Doctrina de la Seguridad Nacional a la “gobernabilidad democrática con cooperación”

La sanción de la más reciente ley antiterrorista del gobierno peronista de los Kirchner, la octava desde el inicio de su gestión, fue tema abordado por periodistas, comentaristas, “opinólogos” profesionales y políticos, y, de manera bien diferente a las anteriores, silenciadas por las grandes empresas de medios, llegó a los grandes titulares y las tapas de los diarios.

Esta nueva reforma al código penal, igual que las de 2003, 2005, 2007 y 2009, fue propuesta y aprobada en tiempo record para cumplir servilmente con las directivas impuestas por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), uno de los organismos “especializados” internacionales usados por el imperialismo para asegurar sus planes de dominación. A través del GAFI, el FMI y otros organismos similares, el Departamento de Estado yanqui y el Pentágono ejecutan los objetivos formulados a partir de los documentos Santa Fe I y II, y ratificados, en las últimas décadas, en sus planes de seguridad para la región. Así, buscan garantizar el apoderamiento de recursos naturales, el subsidio de su propio déficit interno, la hegemonía en el comercio internacional y el control indiscriminado de los recursos financieros mundiales, homogeneizando la legislación mundial y adaptándola a su nueva versión de la Doctrina de la Seguridad Nacional, que denomina “terrorista” al mismo enemigo que, décadas atrás, llamó “subversivo”, y basa su acción, ya no primordialmente en la intervención militar directa, sino en la defensa de la “gobernabilidad democrática” sustentada por la “cooperación continental”.

Toda calificación de “conspirativa” de estas afirmaciones desaparece si se ingresa al sitio web del FMI y se lee el “Manual para la redacción de leyes” en la sección “Represión del financiamiento del terrorismo”, publicado por el Departamento Jurídico del Fondo Monetario Internacional el 4 de agosto de 2003. Allí, didácticamente se explica a los gobiernos de los países sometidos a EEUU cómo ajustar su legislación interna, salvando las dificultades técnicas que pudieran surgir por las diferencias que existen entre los variados sistemas jurídicos vigentes.

La nueva ley en nada se diferencia de las anteriores, ni en su contenido ni en la forma de su sanción. A principios del mes de octubre, el GAFI reclamó, de nuevo, al gobierno argentino que avanzara en la sanción de leyes antiterroristas, pues las dictadas entre 2003 y 2009 no alcanzaban. En cuestión de horas, el ministro de Justicia y DDHH, Julio Alak, convocó a una conferencia de prensa para anunciar que el poder ejecutivo había enviado al congreso un nuevo paquete de leyes “para seguir adecuando la legislación nacional a los mejores estándares internacionales, de acuerdo con la Convención Internacional para la Supresión del Financiamiento del Terrorismo y la Convención Interamericana Contra el Terrorismo”.

Al día siguiente de la conferencia de prensa ministerial, las principales representaciones empresariales, como la Unión Industrial, la Sociedad Rural, las cámaras de la Construcción y Comercio, la Bolsa porteña, la ABA y la Adeba, aplaudieron la medida y ratificaron su apoyo al gobierno que más leyes antiterroristas ha dictado en Argentina, mostrando con claridad qué intereses se defienden con ese tipo de leyes.

El proyecto, que duplica las penas de cualquier delito cuando la intención del autor sea “aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales, o gobiernos extranjeros, o agentes de una organización internacional, a realizar un acto o abstenerse de hacerlo”, ya es ley, votada por la mayoría kirchnerista, buena parte del PJ no kirchnerista, y renombrados “progres” como Martín Sabatella y sus compañeros de bancada de Nuevo Encuentro, el ex radical Carlos Raimundi y el banquero del PC, Carlos Heller.

La ley se sumó a la dictadas, siempre en obediencia al poder imperial, desde 2003: la 25.765 y la 25.764, ambas de agosto de 2003, que recogieron buena parte del contenido de los proyectos fracasados, en 1995 y 1997, impulsados por el menemismo, el radicalismo y el Frepaso, como el arrepentido, el informante, el testigo de identidad encubierta; las leyes 26.023 y 26.024, de abril de 2005, que ratificaron e incorporaron al derecho interno la Convención Interamericana contra el Terrorismo (Convención de Barbados) y el Convenio Internacional para la represión de la financiación del terrorismo de la ONU; la ley 26.087, de abril de 2006, que modificó el encubrimiento y lavado de activos de origen delictivo y dio más facultades para la UIF; la ley 26.268, de julio de 2007, que creó los delitos de “asociación ilícita terrorista”, de recolección o provisión de fondos para tales asociaciones, y, finalmente, en noviembre de 2009, la ley 26.538, que amplió más el Fondo permanente de recompensas.

De allí que resulte llamativo que, después de su total silencio frente a los proyectos anteriores, igual de peligrosos, esta nueva reforma “antiterrorista” del código penal concitara la atención de los políticos del sistema, de los grandes medios y de organizaciones y “personalidades” íntimamente vinculadas -cuando no orgánicas- del partido de gobierno. La inusitada reacción comenzó a partir de que, puesto a defender la ley, entonces todavía en forma de proyecto, el director de la UIF (Unidad de Información Financiera), José Sbatella, dijo que el propósito no era perseguir opositores, sino castigar como actos terroristas las corridas cambiarias, los golpes de mercado o la emisión de noticias falsas.

Sbatella, que antes de ser funcionario kirchnerista pasó por la gestión pública en los gobiernos de Alfonsín, Menem y De La Rúa, abrió, seguramente sin desearlo, el debate. Sus palabras motivaron la inmediata reacción del establishment financiero y del aparato empresarial de medios, que lanzaron titulares como “Éramos pocos y a los medios nos llegó la ley antiterrorista” (nota del editor general adjunto de Clarín, 24/12/2011).

“Como está escrito, la nueva ley abre la puerta a la criminalización de la protesta social”, dijo el senador radical Ernesto Sanz, cuyo partido encabezó el represor gobierno de la Alianza, que asumió en diciembre de 1999, fusilando autoconvocados en el Puente General Belgrano de Corrientes, y escapó fusilando a los manifestantes en todo el país, en diciembre de 2001. Rubén Giustiniani, referente del Frente Amplio Progresista, llamó “paradójico” que “en la Argentina, un país que se precia de estar a la cabeza en materia de Derechos Humanos, se apruebe una ley que significa un grave retroceso en esta materia”. No le parece paradójico, claro, que el gobierno provincial de su “Partido Socialista” en Santa Fe registre los mayores índices de asesinados por el gatillo fácil y la tortura en cárceles y comisarías desde hace más de cinco años.

Otra voz “progresista” que se alzó fue la del juez de la Corte Suprema, Eugenio Raúl Zaffaroni, que habló de la “extorsión del GAFI” y llamó “disparate” al proyecto, adjetivo que nunca usó para referirse a sus propios fallos limitando la aplicación del delito de tortura a los hechos ocurridos durante gobiernos militares, pues sostiene que, en democracia, la aplicación de tormentos nunca puede constituir más que delitos menores, excarcelables y prescriptibles, como apremios o vejaciones.

También desde el propio riñón kirchnerista hubo críticas, como las formuladas en sendos comunicados por Abuelas de Plaza de Mayo y el CELS. El segundo se quejó por la “imprecisión de los términos”, mientras que la organización dirigida por Estela Barnes de Carlotto (cuyo hijo Remo votó afirmativamente en el recinto) advirtió que: “Si bien el Gobierno sostiene una política de no represión, los jueces, como poder independiente, serán quienes apliquen e interpreten esta ley. Ante la heterogénea composición de la magistratura, integrada en muchos casos por jueces de perfil conservador, no faltará quien la interprete en un sentido negativo (...) y los gobiernos provinciales con un perfil diferenciado al del gobierno nacional también podrían encontrar la oportunidad de impulsar prácticas represivas de la protesta”. O sea, bastaría una definición más concreta de “terrorismo”, y jueces y gobernadores que sean fieles kirchneristas, para que no tuviéramos nada que temer...

Los kirchneristas y sus aliados, escandalizados por la grosería represiva de la norma -a ellos les gustan las cosas más sutiles-, depositan sus esperanzas en que la presidenta, cabeza del poder ejecutivo que remitió el proyecto al congreso, y jefa de un gobierno que lleva promulgadas siete “leyes antiterroristas” anteriores, vete la iniciativa. Son contradicciones propias de las fricciones internas entre los distintos bloques burgueses, sin que ninguno de ellos abandone su posicionamiento antipopular.

Todo el conglomerado de leyes ya existentes, afines a la que acaba de ser sancionada, establece una frondosa burocracia secreta poblada de informantes, infiltrados, agentes encubiertos y provocadores, legitimados por el “legal ejercicio de la superior función de protección del orden público”, y que vemos actuar a diario, cuando los jueces usan informes de inteligencia de la policía o la gendarmería para fundar sus fallos.

Ahora, es “terrorismo internacional” cualquier acto que tenga por propósito “aterrorizar a la población”, y nada causa más terror a la burguesía que la clase trabajadora organizada y en pie. Es “terrorista” quien pretenda “obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto, o abstenerse de hacerlo”, lo que, claramente, es aplicable a cualquier movilización que exija una medida de gobierno o la repudie. 1

En la actualidad, jueces y fiscales tienen suficiente, con las normas que ya existen, para represaliar a gusto a los luchadores populares. Tenemos compañeros acusados de “extorsión” por reclamar un aumento de sueldo; por “amenazas coactivas” por defender un paro de actividades; por “homicidio” por defenderse de una patota; por “entorpecimiento del normal funcionamiento de un establecimiento productivo” por hacer un piquete frente a una fábrica, sin olvidar las figuras típicamente usadas para reprimir la protesta, como la interrupción del tránsito vehicular terrestre y el atentado y resistencia a la autoridad, o las creadas con ese específico fin, como la prepotencia ideológica, la intimidación pública, la incitación a la violencia colectiva, la intimidación pública y las variantes de la asociación ilícita, “calificada” y “terrorista”.

La sistemática incorporación de más normas represivas, especialmente diseñadas para dotar al aparato estatal de mejores y más eficaces herramientas para criminalizar la protesta social y perseguir a los luchadores del campo popular, muestra que, pese a que con lo que ya tienen les alcanza para que más de 6.000 compañeros sufran el embate judicial por movilizarse en defensa de sus derechos, saben que, más temprano que tarde, crecerán las luchas, y quieren estar preparados para defender sus privilegios.

Las leyes antiterroristas -ésta, y las siete anteriores- son herramientas revestidas de legalidad, destinadas a disciplinar a los sectores y organizaciones que combaten al sistema. Lejos de ser una novedad, son una actualización del esquema represivo del estado que responde a los intereses imperialistas de EEUU y sus organismos internacionales. Su propósito determinante es aislar las luchas, amedrentar a quienes se organicen, y eliminar la resistencia.

La excusa, hoy, es el terrorismo. Como en el pasado, la única forma de enfrentar esta escalada represiva es con más organización y con más lucha, para responder en forma unificada ante cada ataque al pueblo trabajador.

1. El subrayado es nuestro (El Linyera)

lunes, 26 de diciembre de 2011

Piotr Kropotkin


Trabajador

(...) Una sociedad en la cual cada individuo sea un productor de trabajo manual o intelectual; en la que todo ser humano que no esté impedido sea un trabajador, y en la que todos trabajen, lo mismo en el campo que en el taller industrial.


Riqueza

La ciencia de adquirir riquezas está en encontrar cierta cantidad de hambrientos, pagarles tres monedas, hacerles producir por diez, amontonar una fortuna y acrecentarla de inmediato mediante algún golpe de mano con ayuda del Estado.


Explotación

No renunciamos a nuestra facultad de amar lo que nos parezca malo. Amar y odiar, pues solo los que saben odiar saben amar. Solo pedimos una cosa: eliminar todo lo que en la sociedad actual impide el libre desenvolvimiento de estos sentimientos, todo lo que falsea nuestro juicio: Estado, iglesia, explotación, el juez, el clérigo, el gobierno, el explotado


Estado

El Estado no es más que una de las formas revestidas por la sociedad en el curso de la historia.


Propiedad privada

Toda sociedad que rompa con la propiedad privada se verá en la necesidad de organizarse dentro del comunismo anarquista.


martes, 20 de diciembre de 2011

El autoritarismo de Kaosenlared:

Sobre la expulsión de Gustavo Rodríguez: Una rectificación y una disculpa Imprimir E-mail
Sábado, 17 de Septiembre de 2011 03:04

Colectivo kaosenlared

Kaos en la Red ha decidido, ante todo, pedir disculpas públicas y, si él lo considera oportuno, volver a publicar sus escritos.

Estimadxs lectorxs de Kaos en la Red:

Hace pocos días el Colectivo Kaos en la Red comunicó al compañero libertario Gustavo Rodríguez la decisión de no volver a publicar sus escritos. Tras varios días de recibir apoyos contundentes hacia él por parte de grupos, asociaciones y personas de Cuba y de fuera de ella que demuestran que los argumentos que llevaron a tomar tal decisión eran completa y absolutamente infundados, Kaos en la Red ha decidido, ante todo, pedir disculpas públicas y, si él lo considera oportuno, volver a publicar sus escritos.

La decisión de expulsar a Gustavo Rodríguez fue tomada después de varias semanas de discusiones durante las cuales tratamos de verificar algunas de las denuncias que habían llegado a nuestro correo por parte de gente afín a nuestra y vuestra web. Éstas indicaban que uno de los grupos con los que colabora, el Movimiento Libertario Cubano (MLC), tenía vínculos con la CIA.

Las informaciones que nos llegaron indicaban que, si bien no había pruebas de que Gustavo Rodríguez fuera una de esas personas, el MLC sí tenía infiltrados agentes al servicio de la agencia estadounidense.

Tras hacerle llegar nuestra decisión, Gustavo Rodríguez nos escribió criticándola duramente, interpretando que ésta era debida a su línea ideológica (muy crítica con el gobierno cubano). Además, posteriormente ha hecho circular un escrito con la finalidad de hacer público lo que consideraba un acto arbitrario. Tal y como se han dado las cosas, en estos momento pensamos lo mismo que él.

Kaos en la Red no verificó suficientemente las informaciones recibidas. Kaos en la Red no preguntó ni comunicó a Gustavo Rodríguez lo que estaba sucediendo bajo la idea de que, si eran ciertas esas informaciones, sus palabras no tenían porqué generarnos ningún tipo de confianza. Aún así, el no hacerlo fue un error grave que ahora lamentamos.

Queremos dejar claro que la decisión no trataba de silenciar las críticas a la Revolución Cubana. Kaos en la Red mantiene una posición de apoyo crítico al gobierno de la isla y así seguirá siendo.

Queremos también dejar claro que, como algunxs han podido interpretar, el Gobierno cubano no ha sido consultado por Kaos en ningún momento. De hecho Kaos no mantiene ningún tipo de contacto con ningún gobierno, independientemente de su línea ideológica.

Aún así, y queremos subrayarlo, Kaos en la Red ha cometido un error extremadamente grave. No queremos poner excusas. Tan sólo hacer público lo que ha sucedido y, sobre todas las cosas, rectificar y pedir disculpas.

Disculpas a Gustavo Rodríguez. Disculpas al todxs lxs lectorxs de Kaos en la Red. Y disculpas al todo el movimiento libertario con el que muchxs de lxs miembros de nuestro colectivo editorial se identifican plenamente.

Es decisión de Gustavo Rodríguez el volver o no a Kaos en la Red. Entendemos que el tratamiento recibido por nuestra parte pueda hacerle pensar que es mejor no hacerlo. Lo entenderíamos. Aún así, las puertas de Kaos en la Red quedan abiertas para él.

Saludos combativos.

Colectivo Kaos en la Red


Cogito ergo impidio

Gustavo Rodríguez

Que un Estado/gobierno –de cualquier confín del mundo– considere y catalogue de “terrorista” a cualquier anarquista, evidentemente, cuenta con toda la lógica que impone su propia razón de ser. De igual forma, para tod@s l@s anarquistas, es un proceder habitual y hasta consecuente, que nos consideren “terroristas” todos los Estados-gobiernos del mundo. Nosotr@s –por regla general– no hacemos esa “prudente” y sutil distinción socialdemócrata entre “gobiernos buenos” y “gobiernos malos”, para justificar adhesiones, alianzas y opciones preferenciales por el “mal menor”; mucho menos recurrimos a los habituales eufemismos de “gobiernos progresistas” y/o “procesos revolucionarios” con que tradicionalmente se maquillan y solapan las infamias de los Estados protostalinistas, neo-populistas y nacionalistas, reticencias harto recurrentes desde esa entelequia amorfa y reformista que se autodenomina izquierda.

Para l@s anarquistas, no existen excepciones ni para el “caso Cuba” ni para Venezuela ni para Bolivia, Ecuador, Perú ni para Tumbumtú, por lo que habría que reafirmar, a punto de partida, que nuestra lucha no está subordinada a los mesianismos de turno sino que es y será por el Comunismo libertario, ergo, contra el Estado-capital, aquí, allá y acullá.

Por todo lo anterior, no nos extrañan las condenas y vituperios emitidos por el gobierno de La Habana, como siempre saturados de epítetos nada novedosos (“terroristas”, “gusanos”, “espías”, “agentes de la CIA”, etc.). Sin embargo, si nos sorprenden las intenciones declararas por el Colectivo Editorial de Kaos en la Red, acatando las “ordenes” del partido-gobierno-Estado cubano. Nos sorprende sobre manera este proceder de quienes se declaran en lucha permanente contra “la criminalización de la libertad de expresión y opinión“, nos extraña de quienes se asumen a favor de la contrainformación alternativa como arma crítica indispensable para el desarrollo de la conciencia antagonista de los pueblos frente a la desinformación alienante de los medios masivos de comunicación al servicio del sistema de dominación global. Lamentablemente, este resolutivo de expulsión “irrevocable” –acordado por “decisión mayoritaria”– nos demuestra, en primer lugar, la dolorosa inconsecuencia entre el discurso y la práctica, tan común en amplios sectores del izquierdismo pululante. En segundo lugar, manifiesta la obstinada presencia de quienes permanecen refugiados en la nostalgia de las antiguas gestas revolucionarias –ubicadas a años luz de la realidad contemporánea– diluidas hoy en la más salvaje de las rapiñas. En tercer término, nos indica la sobrevivencia de cobardes complicidades jacobinas que han impedido hasta ahora el impostergable debate en torno al “proceso cubano” y han obstruido, desde hace décadas, el ascenso de nuevos lineamientos político-prácticos imprescindibles para re-encausar las luchas de la gente cubana por el Socialismo y la Libertad.

Ante los hechos, no nos cabe duda, que asistimos al recrudecimiento de la censura y al incremento de las medidas autoritarias en la Isla, destinadas a acallar a las nuevas voces comprometidas con el rumbo revolucionario –tozudamente dedicadas a la puesta en marcha del Socialismo participativo y libertario en la mayor de Las Antillas– y decididamente opuestas a la acelerada transición del fallido capitalismo de Estado al capitalismo monopolista que desde un tiempo se viene instituyendo por mandato de la jerarquía del partido-gobierno-Estado cubano. Sin que quepan dos opiniones al respecto, la longa manus del partido-gobierno-Estado cubano, vuelve a articularse en pleno revival del pragmatismo stalinista, convirtiendo a Kaos en la Red en una vernácula franquicia del diario Granma, imponiendo en ultramar el pensamiento único y el monólogo acrítico con que amordaza a los cubanos desde hace medio siglo el exclusivo “propietario de la palabra pública” (RCA).

Es preciso, entonces, ahora que el capitalismo –como a todas luces sucede en China y Vietnam– , ya no está naturalmente asociado a la democracia parlamentaria y/o representativa, reflexionar profundamente sobre la actualidad cubana. Sin cortapisas ni complacencias. Y es necesario hacerlo con urgencia para después discutirlo y hablarlo colectivamente y a voz en cuello. Se trata, ni más ni menos, de hablar de Cuba desde la crítica revolucionaria, sin malabarismos semánticos ni indulgencias y excepciones. Es momento de abandonar los coros de acólitos y de romper ese infructuoso silencio que cínicamente se autodenomina “crítica constructiva” o “solidaridad crítica” y que se impulsa desde las miopes y anodinas concepciones que razonan su reaccionario proceder en la espuria consigna de “no hacerle el juego al enemigo”. Esas posturas forzadas en nada contribuyen a la Revolución y a la gente cubana, únicamente auxilian el inmovilismo y el continuismo excluyente y autoritario que predomina en la Isla en exclusivo beneplácito de su liderazgo vitalicio.

Hoy, para quienes verdaderamente nos empecinamos en el rescate de los escasos componentes revolucionarios sobrevivientes en la Isla y nos aferramos a encarrilar los pasos hacia la emancipación socialista y libertaria, no tenemos otra alternativa que la defensa insoslayable de las potencialidades de autonomía de la gente cubana, emprendiendo una crítica obligatoriamente mordaz e impiadosa que denuncie la agudización del abismo que separa lo que representó la gesta libertaria de la Revolución cubana y lo que hoy representa el partido-gobierno Estado cubano. Se trata de “la posibilidad irrebatible de liberar la palabra, los deseos y los sueños en la magia de los encuentros colectivos a pleno sol, a cara descubierta y sin limitaciones de ninguna especie” –como atinadamente adelantara nuestro compañero Rafael Spósito (Daniel Barret)– “Ésta es la única posibilidad de recuperar un proyecto socialista y de confirmar a los cuatro vientos que el mismo es inseparable de esa impronta libertaria que algunos todavía se empeñan en negar. En ello la gente cubana se juega su última oportunidad”[1]

Gustavo Rodríguez

San Luis Potosí

A 15 de septiembre de 2011

Nota: A continuación la misiva del Colectivo Kaos en la Red.

Hola Gustavo:

Recientemente hemos recibido informaciones sobre el MLC (Movimiento Libertario Cubano) que nos han preocupado enormemente. En ellas se nos dice que, lejos de realizar una crítica constructiva de la Revolución Cubana, su labor es más cercana a la que desarrolla la gusaneria desde Miami.

El caso es que nos hemos puesto en contacto con compañeros de la más absoluta confianza. Estos saben de primera mano que en el MLC hay directamente personas que trabajan como miembros de la contrarrevolución (grupos terroristas, espionaje, etc.)

Sabes que Kaos siempre ha recibido duras críticas justamente por no apoyar acríticamente lo que se hace en Cuba. Sin embargo, nuestra intención de integrar en Kaos una perspectiva anarquista no pasaba en ningún momento por realizar ni apoyar movimientos contrarrevolucionarios.

No podemos dar espacio al MLC en Kaos. Y dado que tú te presentas como miembro del mismo, nos vemos en la obligación de dejar de publicar tus textos.

Lamentamos enormemente esta situación, pero no podemos hacer otra cosa.

Colectivo de Kaosenlared


[1]
Daniel Barret (Rafael Spósito), Cuba: El dilema del socialismo y la libertad, libro en preparación.

Respuesta al Colectivo Noticias de la Rebelión. "¡No somos de derecha, ni de izquierda, somos Anarquistas!"

A todxs lxs anarquistas refractarixs
A todxs lxs incendiariarixs afines
A nuestrxs hermanxs presxs

Sin lugar a dudas, la mejor respuesta (concisa y puntual) a esta nueva calumnia por parte de esta señora Carolina y su ganga izquierdosa, es la que ha dado desde las mazmorras del Estado alemán nuestro compañero de lucha Gabriel Pombo. Todxs conocemos las intenciones de estxs liberales izquierdistas, su discurso confucionista, su accionar de placas rojos y sus ansias de poder, disfrazadas con palabrerías y eufemismos (poder popular, dictadura del proletariado-gobiernos progresistas, procesos populares, transiciones democráticas, democracia de los trabajadores, democracia directa y demás apodos acostumbrados para tapar las verdades de regímenes autoritarios con mesías omnipresentes como los Castro, Chávez, Morales, Correa y el resto de la burguesía nacionalista "revolucionaria"). Sabemos que para lxs liberales izquierdosos el discurso "antisexista" y "feminista" es sólo una artimaña para disimular su adoración falocrática hacia estos culeros "revolucionarios" continuadores de la dominación con sus ansias de progreso y civilización, por eso Chillán cuando llamamos las cosas por su nombre. Chillán porque verifican que su asqueroso discurso hoy no tiene eco. Los tiempos en que se creía en las "virtudes" de esos mierdas (comandantes, caudillos y líderes) pasó al basurero de la historia. Los tiempos en que se buscaban alianzas con la mierda izquierdista y liberal y se construían "frentes" ha quedado desenmascarada y rebasada por la lucha. Hoy la lucha refractaria que se desarrolla en el mundo es también contra ellos, contra todos los que detentan el poder y contra todos los que aspiran a tenerlo aunque se quieran pintar de "comunistas". Por eso lxs anarquistas refractarixs atacan a los PC en Grecia, Chile, Argentina, el Estado español, Italia, etc. El leninismo NO ES COMUNISMO es el más vulgar de los fascismos y por eso lxs anarquistas refractarios somos sus peores enemigos.

No hemos "perdido la brújula", no confundimos al enemigo, no "peleamos entre nosotrxs en beneficio del Estado-capital", como "argumentan" estas ratas al servicio de la dominación tratando de parar el contagio. NO. Todo lo contrario, tenemos muy claro nuestros principios y sabemos bien lo que queremos y lo que aborrecemos. Por eso nuestros enemigos son los poderosos y también los que aspiran a serlo aunque se diga "revolucionarixs" o "comunistas" o como chingados se autodenominen. Por eso su retórica no nos dice nada, por eso identificamos tan bien en sus palabras quiénes son y a que le tiran.

Nuestra lucha no es por sus "regímenes de transición", nuestra lucha no es por "gobiernos populistas" ni por "buenos gobiernos", nuestra lucha no es por el "socialismo", nuestra lucha no es por "trasformar el sistema", nuestra lucha no es por el "poder popular". Nuestra lucha es contra el poder (contra todo poder).

No queremos cambiar las cárceles del sistema por cárceles "revolucionarias", no queremos cambiar al ejército federal por un "ejército popular", no queremos cambiar la policía federal-judicial-preventiva, etc. por otra policía "comunitaria", no queremos cambiar al "mal gobierno" por un "buen gobierno". Sabemos lo que queremos: la destrucción total y definitiva del sistema de dominación, la liberación total, la Anarquía.

¡NO SOMOS DE DERECHA NI DE IZQUIERDA, SOMOS ANARQUISTAS!
¡Por la extensión de la lucha!
¡Por la reafirmación del anarquismo refractario!
¡Qué se ilumine la noche!
¡Por la Anarquía!

AAA
Tijuana, 18 de diciembre 2011.

Extraido de: http://www.noticiasdelarebelion.info/?p=6033

lunes, 12 de diciembre de 2011

Samuel Fielden

... Yo amo a mis hermanos los trabajadores como a mi mismo. Yo odio la tiranía, la maldad y la injusticia. El siglo XIX comete el crimen de ahorcar a sus mejores amigos. No tardará en sonar la hora del arrepentimiento. Hoy el sol brilla para la humanidad; pero puesto que para nosotros no puede iluminar más dichosos días, me considero feliz al morir, sobre todo si mi muerte puede adelantar un sólo minuto la llegada del venturoso día en que aquél alumbre mejor para los trabajadores. Yo creo que llegará un tiempo en que sobre las ruinas de la corrupción se levantará la esplendorosa mañana del mundo emancipado, libre de todas las maldades, de todos los monstruosos anacronismos de nuestra época y de nuestras caducas instituciones.

martes, 8 de noviembre de 2011

Anarcocapitalismo: la mentira intolerable

Un nuevo peligro acecha a la humanidad y nosotros sin saberlo. Menos mal que la señora Cristina Fernández alertó en Cannes sobre la amenaza que se cierne sobre nosotros: el avance del anarcocapitalismo. Este concepto, encubierto de manera semántica, no es otra cosa que la defensa de la propiedad privada a ultranza aboliendo al Estado para la creación de un mercado de comercialización exclusivo de los privados. Se maquilla la propia naturaleza del Estado que se basa en la explotación del hombre por el hombre. Nada tiene que ver con el ideal anarquista, que fue la génesis del movimiento obrero a nivel mundial.

Pero, afortunadamente, en la conferencia de los 20 miembros más poderosos del mundo, la señora tuvo la gentileza de anunciar su catastrófico vaticinio ante quienes pueden salvar a la humanidad de tan siniestro destino. Así que todos podemos dormir tranquilos porque gracias a su bondadoso gesto, los “superhéroes” evitarán la desgracia emprendiendo una cruzada para restaurar el “capitalismo en serio”.

Entendemos, entonces, que el capitalismo en serio que pregona la señora es el de los sueldos de miseria, la tercerización, la abismal brecha entre ricos y pobres, el destierro de los pueblos originarios y el saqueo de la riqueza del suelo, entre otros atentados contra la humanidad y la tierra. Efectivamente, señora Cristina, usted está proponiendo un capitalismo en serio: el que rige actualmente.

Cristina Fernández pasará a la historia no sólo por avivar un trasnochado concepto económico, sino también por reafirmar la condición de esclavitud de los trabajadores. Toda una declaración de principios de quien se jacta de encabezar un proyecto “integrador y popular”. A no ser que el pueblo despierte y se le acabe el negocio.

Estamos acostumbrados a la desvirtuación del concepto “anarquismo”, pero lo de Cannes es una vuelta de tuerca intolerable.

El anarquismo lleva dos siglos luchando por la libre organización de trabajadores de forma horizontal, un sistema económico igualitario y una sociedad sin clases. Y eso sí que es una amenaza en serio.

La anarquía es el orden sin gobierno y sin Estado; el capitalismo, cualesquiera sean sus formas, neoliberal o keynesiano, es la esclavitud. El primero, a las leyes del mercado; y el segundo, al Estado omnipotente y omnipresente. Los que defienden el keynesianismo nunca han dejado de pactar con el neoliberalismo. La anarquía es la abolición de todas las formas de capitalismo. Es la sociedad libre de productores libres. Para la anarquía, la propiedad es un robo en todas sus formas.

Federación Obrera Regional Argentina (FORA)
Adherida a la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT)
foracf@fora-ait.com.ar

miércoles, 7 de septiembre de 2011

lunes, 15 de agosto de 2011

Posicionamiento de la SF-AIT ante los disturbios de Londres

Con los medios de comunicación culpando a la “anarquía" de la violencia que se desarrolla en Inglaterra, Solidarity Federation de Londres Norte ha lanzado la siguiente declaración como respuesta de una organización anarquista activa en la capital inglesa:

En los últimos días, los disturbios han causado daños significativos a diferentes partes de Londres, en vidrieras, casas y automóviles. Desde la izquierda política, oímos el grito siempre presente de que la pobreza ha provocado esto. Desde la derecha, que gángsters y elementos anti-sociales se están aprovechando de la tragedia. Ambas cosas son ciertas. Los saqueos y disturbios vistos en los días pasados son un fenómeno complejo y contiene muchas dinámicas.

No es una casualidad que los disturbios estén ocurriendo ahora, cuando las redes de apoyo a los desfavorecidos en Gran Bretaña se desmoronan, y las personas son abandonadas en un abismo, golpeadas al caer por las porras de la policía. Pero no debe haber excusas para la quema de casas, para aterrorizar a la gente de la clase trabajadora. Quienesquiera que hayan hecho tales cosas, no deben ser apoyado/as de ninguna manera.

La furia de los Estados es la que es: fea y sin control. Pero no imprevisible. Gran Bretaña ha escondido sus problemas sociales desde hace décadas, acorralados con un piquete brutal de hombres armados.

Crecer dentro de los Estados a menudo significa que nunca se escapará de ellos, a menos que sea en la parte trasera de una camioneta de la policía. En la década de 1980, estos mismos problemas condujeron a Toxteth –disturbios ocurridos en Liverpool por parte de la comunidad de color y la policía-. En los años 90, contribuyó a los disturbios Poll Tax. Y ahora los tenemos de nuevo, porque los problemas no sólo siguen ahí: están empeorando.

El acoso policial y la brutalidad son parte de la vida cotidiana en todo el Reino Unido. Los sistemas de beneficios sociales se han deteriorado y eliminado. Las rentas privadas aumentan, y los puestos de trabajo patrocinados por el Estado utilizados para traer el dinero al vecindario se están reduciendo en nombre de la transformación hacia una “gran sociedad de roles”. La gente que siempre ha tenido muy poco ahora no tiene nada. Nada que perder.

Y el propio papel de los medios de comunicación no debe ser disminuido. En todos los discursos sobre la "protesta pacífica" que precedió a los acontecimientos en Tottenham, los medios de comunicación no hubieran tocado la historia, si todo lo que sucedió se hubiera quedado en una vigilia frente a una comisaría de policía. La violencia policial y las protestas en contra de ella ocurren constantemente. Sólo cuando la otra parte responde con la violencia (contra blancos legítimos o no), es cuando los medios de comunicación sienten la necesidad de dar algún tipo de cobertura.

Así que nadie debería asombrarse de que personas que viven una vida de pobreza y violencia hayan llegado, por fin, a la guerra. Igual que no es ninguna sorpresa que las personas saqueen televisores con pantalla de plasma que son los que les van a pagar un par de meses de alquiler, y sin embargo dejen en los estantes libros que no pueden vender. Para muchos, esta es la única forma de redistribución económica que verán en los próximos años, mientras continúan en una infructuosa búsqueda de empleo.

Mucho se ha hablado del hecho de que los manifestantes estaban atacando "sus propias comunidades." Pero los disturbios no ocurren en un vacío social. Los disturbios en los años ochenta tendieron a ser dirigidos de una manera más específica, evitando inocentes y centraándose en objetivos más representativos de la opresión de clase y raza: policía, comisarías y tiendas. ¿Qué ha ocurrido desde los años ochenta? Los sucesivos gobiernos han hecho todo lo posible para destruir cualquier concepto de solidaridad de clase trabajadora e identidad. No es de extrañar, entonces, que estos manifestantes combatan a su vez a otros miembros de su propia clase.

Solidarity Federation se basa en la resistencia puesta en práctica a través de la lucha laboral. Nosotros no estamos involucrados en el saqueo, y a diferencia de las reacciones de la derecha, o incluso de los comentaristas con simpatía-pero-condena de la izquierda, no vamos a condenar o condonar a quienes no saben cómo devolverse a sí mismo/as la justa parte de la riqueza que se les ha negado durante toda su vida.

Sin embargo, como revolucionarios, no podemos permitir los ataques a las personas que trabajan, a los inocentes. Quemar las tiendas con viviendas encima de ellas o los transportes de las personas, asaltar y realizar otros actos similares constituye un ataque a nuestra propia clase, y hay que resistirlo con tanta fuerza como cualquier tipo de política de austeridad impuesta por el gobierno, como las alzas de precios por los propietarios, como la intención de los jefes de robarnos el fruto de nuestro trabajo. Esta noche y durante todo el tiempo que sea necesario, la gente debe unirse para defenderse cuando este tipo de violencia comienza a amenazar hogares y comunidades.

Creemos que la ira legítima de los manifestantes puede ser mucho más potente si se dirige de manera colectiva, democrática y no busca victimizar a otros trabajadores, sino para crear un mundo libre de la explotación y la desigualdad inherente al capitalismo.

North London Solidarity Federation

alasbarricadas.org

lunes, 13 de junio de 2011

Acracio:

Con libertad naceré.
Y por la libertad moriré.
Desde el librepensamiento comprenderé,
y con libre exámen aprenderé.

Si de la mínima partícula
hasta el Universo mismo
reverbera sentimiento infinito,
que logre acracia perpetua.

Si libertad mas libertad, es infinito.
El Cosmos deviene fraterno.

Mujer y hombre, armónicos distintos.
Mujer y hombre, armónico mismo.

Las partes y el todo.
Lo único y lo infinito.

El ser y el somos.
¡Todos para uno y uno para todos!

¡La Libertad y la Igualdad,
hermanas por Solidaridad!

Con Libertad naceré.
Por la libertad moriré.
Y con solidaridad viviré.

Negro y Rojo.

jueves, 2 de junio de 2011

6, 7, 8 y los anarquistas

El 16 de enero de 2011, el diario Perfil publicó un reportaje a Eduardo De la Puente, durante el cual el conductor radial y televisivo habló de temas relacionados con la producción televisiva. Destacamos los siguientes párrafos:

“No me gusta el discurso circense oficialista de 6, 7, 8, que eclipsa a otros programas que no lo son. Recursos... [programa que él conduce por Canal 7] va por otros carriles, no responde a ningún mandato del Gobierno.” “Somos absolutamente críticos y también ecuánimes en la opinión. Últimamente nos pusieron que te tenés que casar con uno o con otro. Me parece fantástico que haya artistas que apoyen al Gobierno, pero no me convence hacerlo ni con el Gobierno ni con la oposición, de los dos lados hay cosas buenas y horribles. Hasta que no haya una persona que nos dé lo que necesitamos, seguiré siendo anarquista.”

El diario Perfil, medio de la derecha de turno, lamebotas y lacayo del Grupo Clarín en su lucha contra la Ley de Medios, con toda la bajeza que lo caracteriza, descontextualizó los dichos de De la Puente a fin de denostar a su acérrimo enemigo periodístico, el programa híper oficialista 6, 7, 8. Ni lerdos, ni perezosos, los analistas del programa contraatacaron, algo ofendidos con De la Puente, por haber “osado” no alinearse con la línea del programa que integran, que es idéntica a la del gobierno. El 18 de enero, luego de un tendencioso informe editado por la producción, opinaron los columnistas del programa:

Carlos Barragán, conductor del programa abrió fuego: “Yo estuve entre esos pelotones de progresistas que criticaban a los políticos, creo no haber criticado la política pero sí a los políticos, porque en algún momento me di cuenta que con la política se solucionaban las cosas. Yo creo que hay gente como De la Puente que ahora se dice anarquista porque sabe que decirse apolítico suena más estúpido. Y no saben que un anarquista es un señor que en el año ’20 estaba en una panadería y por ahí, ponía una bomba en algún lugar. ¿No es así?”

Luego de algunas intervenciones venenosas de Sandra Russo y algún comentario al pasar, se despachó el principal editorialista del programa, Orlando Barone: “Se ha hablado de algunos periodistas que parece ser que cambiaron en este tiempo y eso desilusiona a muchas personas. Periodistas que de algún modo deberían estar cerca de este lugar o próximos y están en ese no lugar, y se defienden con el anarquismo, con la idea de de que todo es malo, que los políticos son todos iguales, algo así como lo de Vargas Llosa. Y yo creo que nunca estuvieron en un lugar; este es el error. Los que les dieron un lugar son los televidentes con una mirada no-crítica. Porque uno es lo que es, y no es lo que no es. Y de los personajes que yo estoy hablando -notorios en la década del 2000, cuando hubo ese movimiento no político con las asambleas en las calles, donde se encumbraron por sobre lo vigente a través de los grandes medios hegemónicos que no casualmente los apoyaron y los consagraron y los mantuvieron durante estos diez años- hoy parte de la sociedad se siente desilusionada, como que esas personas los traicionaron. No, esas personas no los traicionaron. Siguieron su camino, el mismo que generaron en aquella época.”

A continuación cerró la andanada Barragán, asegurando que las opiniones de De la Puente eran de derecha y simpatizaba con Mauricio Macri; como remate de su intervención se lamentó de que los rechazos y las acusaciones al programa de ser abiertamente oficialistas mostraban el talante intolerante de De la Puente y otros equivalentes.

Sorpresivamente, cuando el tema parecía agotado, intervino Carlos Girotti, un sociólogo invitado al programa, mientras el resto de los panelistas enmudecían: “Yo quisiera lavar a los anarquistas, porque entre tanta mierda, es imprescindible lavar a los anarquistas. No es cierto que los anarquistas eran anarquistas porque esperaban que alguien les diera lo que necesitaban. Los anarquistas eran, son y seguirán siendo anarquistas porque propician un tipo, un modelo de sociedad que reconoce una acción colectiva. De hecho, hay anarquistas en la historia de este país que se han destacado por participar en acciones individuales y colectivas. Es verdad, por otro lado, que si uno lo siguiera a Antonio Gramsci, en la dialéctica de las ideas, el anarquismo no prolonga el socialismo, prolonga el liberalismo. Este señor [De la Puente], sin saberlo, es una prolongación del liberalismo.” Sin nada más que agregar, pasaron a un corte publicitario, sin retomar el tema.

Lo antedicho amerita que aventuremos algún tipo de reflexión sobre los conceptos vertidos en el programa. El programa 6, 7, 8 tiene un reconocido carácter polémico por dos razones: 1) por hacer una crítica del discurso de los medios hegemónicos de comunicación, las grandes corporaciones periodísticas y los grupos económicos que operan en la comunicación; 2) por su alineación oficialista, su concordancia plena con el proyecto kirchnerista y sus embestidas contra toda oposición (de cualquier signo político) al proyecto del gobierno.

Lamentablemente, el sesgo pro-kirchnerista hace a sus integrantes renuentes a formular la más mínima crítica al gobierno, dominando el horizonte de la producción del programa. De este modo, 6, 7, 8 termina oficiando como una agencia de propaganda kirchnerista para-estatal. Más allá de desnudar el discurso de las grandes corporaciones periodísticas de la derecha neoliberal capitaneadas por el Grupo Clarín y el diario La Nación, de los periodistas alcahuetes de militares, políticos y/o empresarios como Mariano Grondona, Luis Majul, Jorge Lanata, Alfredo Leuco, Joaquín Morales Solá y demás lacras del periodismo, los integrantes del programa hacen mutis por el foro cuando de criticar las políticas oficiales se trata. Pero lo más deleznable del programa es la igualación de cualquier discurso crítico al gobierno (o a la propia emisión televisiva) con el discurso de la derecha liberal o fascista. Una crítica desde un punto de vista revolucionario o libertario que ponga en jaque la política burguesa del kirchnerismo es percibida como una seria amenaza por el equipo de producción. Entonces ponen en juego un ardid tan viejo como la política, el cual consiste en denunciar a las críticas por izquierda como provenientes de un grupo de trasnochados infantiles que le hacen el juego a la derecha consciente o inconscientemente. Una metodología que Lenin consagró en su reaccionaria crítica al “izquierdismo” como “enfermedad infantil” del comunismo.

En esta olla podrida de opositores al gobierno que cuecen los chefs de 6, 7, 8, se igualan la paranoica fundamentalista católica de Elisa Carrió, el derechista Duhalde y el inepto negrero de Mauricio Macri, con aquellos que luchan desde las bases contra este gobierno adalid de la “burguesía nacional”, los capitanes de la industria, el sistema bancario y la patria contratista. Un gobierno cuya policía federal es cómplice en el asesinato de Mariano Ferreyra en octubre de 2010 y a quien reivindican ahora que está muerto desde 6, 7, 8, pero ocultando en su discurso que Mariano era un opositor acérrimo a este modelo. Esta metodología perversa, tiene como objetivo la impugnación de la autoridad moral de las personas cuyas críticas desnudan al proyecto burgués kirchnerista, al meterlas en la misma bolsa con los personajes más repugnantes del país.

La invectiva contra Eduardo De la Puente debe entenderse dentro de ese contexto. De todos modos, el anarquismo lavado de De la Puente no se diferencia del anarquismo que han manifestado otros reconocidos personajes como Pablo Llonto, Osvaldo Bayer, Horacio Fontova y Diego Cappusotto, que han demostrado simpatías con el gobierno de los Kirchner y no han merecido la censura del programa de marras. Por cierto, el anarquismo que profesa De la Puente no parece ser ni muy crítico ni muy revolucionario, y hasta tal vez sea verdad que el hombre no sea más que un “apolítico”. Esto se evidencia en la frase: “Hasta que no haya una persona que nos dé lo que necesitamos…”, donde se desenmascara un “anarquismo provisorio” que durará hasta que venga un gobierno que “me dé aquello que yo necesito”. Eso no tiene nada de anarquista y mucho de falta de compromiso, y quizás Barragán no se equivoque.

Sin embargo, de las declaraciones de Barragán se desglosa que la idea que tienen del anarquismo los integrantes de la mesa del programa es similar a los estereotipos burgueses: para Barragán, un anarquista es un terrorista de los años veinte. Por supuesto que este panel de periodistas peronistas, se indignó profundamente cuando con el mismo calificativo, desde la derecha más recalcitrante, se acusó a los integrantes del gobierno de ser “terroristas montoneros de los años setenta”.

Pero Orlando Barone lleva su discurso perverso anti-anarquista aún más lejos: considera al anarquismo –apelando inadecuadamente a un concepto inventado por el posmoderno Marc Augé- un no lugar, es decir, una posición individualista sin ningún compromiso con la realidad, refugio de los periodistas que critican a un gobierno que deberían apoyar. La interpretación mendaz de Barone llega al punto de considerar al movimiento de asambleas populares del 2001-2002 como alimentado por las grandes corporaciones, y a ciertos periodistas -que bien se cuida de nombrar- como que se encumbraron gracias a un montón de gente descomprometida con la política. Es entendible que a este lacayo kirchnerista le cause repugnancia una de las más genuinas expresiones de soberanía popular que jamás se vio en el país, prefiriendo la delegación del accionar autogestionado de la comunidad en las manos de los “representantes políticos”. ¿En qué se diferencia el señor Barone de los Lanata, Grondona y Majul, que berreaban horrorizados frente a la consigna “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, coreada por miles de manifestantes autoconvocados espontáneamente en las calles? No se diferencia en nada. No hay mejor muestra de periodismo falaz y alcahuete que los dichos expresados por Barone, hombre avezado en exponer las falacias y alcahueterías de los periodistas y políticos que critican al gobierno. No hay mejor muestra de irresponsabilidad frente a la teleaudiencia y la comunidad que las expresiones de Barragán, que estigmatiza como terroristas a quienes lucharon contra la represión y la explotación en sindicatos horizontales y sociedades de resistencia, que lucharon contra el sexismo, el machismo, la explotación y el maltrato infantil antes que nadie, y fueron víctimas de persecución, torturas, cárceles, asesinatos, exilios y sufrieron por primera vez en la historia la desaparición forzada de sus militantes a manos de las fuerzas policiales.

En medio de tanto periodismo berreta, pancista, chivato y cómplice del poder, la intervención de Carlos Girotti en el programa termina siendo lo más rescatable, despegando a los anarquistas de la ráfaga de burradas vertidas por sus anfitriones. Pero aunque pueda ser cierto que De la Puente no sea más que una prolongación del liberalismo, lejos está de serlo el anarquismo. Y la cita a Antonio Gramsci -que descubre en realidad una afinidad de Girotti con el marxismo- revela un típico prejuicio enraizado en los intelectuales de la izquierda autoritaria. No viene al caso refutar en este espacio tan ridícula afirmación, en especial cuando el marxismo en la práctica ha resultado una prolongación del estalinismo.

Para finalizar, a los anarquistas nos producen repulsión los genuflexos a cualquier poder (de cualquier orden o ideología), y el oficialismo manifiesto de 6, 7, 8 califica en esta categoría. No toleramos a los colaboradores de los explotadores, los represores, los políticos, el Estado, las corporaciones mediáticas y los capitalistas. Y somos intolerantes –bastante más que Eduardo De la Puente- también con el programa 6, 7, 8: en este punto tiene razón Carlos Barragán.

Autor: Patrick Rossineri

El video del programa puede verse en: http://www.youtube.com/watch?v=DbUN6W5uE10

Publicado en: Libertad!, Nº 58, mayo de 2011, Buenos Aires.

Tomado de Prensa Anarquista Latinoamericana: http://prensaanarquista.blogspot.com/2011/05/6-7-8-y-los-anarquistas.html

Tomado para este blog de: www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/17799

miércoles, 18 de mayo de 2011

martes, 26 de abril de 2011

viernes, 25 de marzo de 2011

"Estamos convencidos de que los partidos o los individuos que se digan representantes de la clase explotada y de los oprimidos y que creen en estos la esperanza de su emancipación mediante las elecciones y los parlamentos, no hacen más que reforzar las instituciones políticas de la burguesía y por consecuencia lógica, refuerza también, el despotismo, la explotación, la tiranía..."

M.Bakunin

Gabriele del Grande: "Las revoluciones en el mundo árabe trascienden y superan las categorías tradicionales de la izquierda"


Alma Allende - Rebelion.org

Entrevista a Gabriele del Grande, periodista italiano actualmente en Bengasi, nacido en 1982, se licenció en Estudios Orientales en la Universidad de Bolonia. Escribe en L'Unitá yPeacereporter, pero en realidad se dedica desde hace años a contar, como periodista atento, comprometido y riguroso, la historia de la verdadera “clase universal” del siglo XXI: los emigrantes. En 2006 fundó el observatorio de las víctimas de la emigración Fortress Europe, donde registra nombres y cifras del “genocidio estructural” derivado de las políticas migratorias europeas. Es autor de dos libros fundamentales sobre el tema: Mamadou va a morir, del que hay traducción española (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2008) e Il mare di mezzo, cuyos capítulos sobre Túnez y Libia son de obligada lectura para el que quiera abordar la situación actual en los dos países. Desde hace dos meses viene cubriendo sobre el terreno -desde Túnez, Egipto y ahora Libia- los acontecimientos del mundo árabe. Desde hace veinte días se encuentra en Bengasi y desde allí ha respondido a nuestras preguntas.

Ahora que se ha decidido la intervención de la ONU y que las bombas “aliadas” caen sobre Libia, numerosas voces anti-imperialistas tratan de demostrar que la revuelta libia fue desde el principio un montaje de las potencias occidentales. ¿Qué piensas al respecto? ¿Ha habido un diseño exterior o han sido levantamientos populares espontáneos como en Túnez y Egipto?

No estoy en absoluto de acuerdo con los que denuncian un complot. En Libia, como en Túnez, Egipto, Yemen y ahora también en Siria, las revueltas han sido espontáneas y populares y no el resultado de complots estadounidenses, sino más bien la respuesta más natural que podíamos esperar tras décadas de dictaduras apoyadas por las grandes potencias en nombre de la estabilidad y de los buenos negocios. Asombra que ciertas teorías conspiratorias procedan del campo de la izquierda. Pero eso ocurre también quizás porque estas revoluciones trascienden y superan las categorías de la izquierda. Es interesante analizar esta paradoja. En las calles de El Cairo, como en Túnez y en Bengasi, están sobre todo los pobres. Pero los pobres no piden salarios, no gritan contra los patrones, no se identifican como clase obrera. O por lo menos no todavía. Antes que nada reclaman libertad y antes que nada se identifican como ciudadanos. Y uno de los instrumentos principales que les permite organizarse es un objeto de consumo. Tal vez el símbolo más fútil de los bienes de consumo: el ordenador con el que conectarse a la red, y los vídeoteléfonos para grabar lo que sucede en la calle. Hay, en fin, un elemento generacional. Se trata de países muy jóvenes, al contrario que Italia o España, cuyos ciudadanos medios han crecido durante la guerra fría. Aquí la mayor parte de la población tiene menos de 25 años y empuja por el cambio. Un cambio que desde la orilla norte (del Mediterráneo) no sabemos comprender, también a causa de un prejuicio racista y colonial del que no logramos liberarnos. Europa se considera la única posible depositaria de democracia. Como si fuese un concepto que puede pertenecer sólo a algunos y no a todos. Y considera imposible que un país musulmán pueda aspirar a la libertad en lugar de al oscurantismo religioso. Esta es la razón por la que prosperan lasa tesis conspiratorias. No aceptar la idea de que a “nuestra” decadencia corresponda “su” resurgimiento.

¿Por qué crees que los EEUU, la UE e incluso Italia, con intereses tan fuertes en Libia, se han decidido por una intervención “humanitaria” contra un amigo y aliado?

Creo fundamentalmente que por un error de cálculo. Me explico. En un primer momento parecía que el régimen de Gadafi iba a implosionar sobre sí mismo en el curso de pocos días. Así sucedió en Túnez y en Egipto. Y en esos días las potencias mundiales se precipitaron a condenar la dictadura libia y a mandar señales de apertura a los rebeldes con el fin de garantizar la continuidad de los contratos petrolíferos y de las concesiones millonarias que Libia ofrece y ofrecerá en los próximos años. Después se demostró que Gadafi era un hueso más duro de roer de lo previsto y gaanó terreno gracias a la parsimonia de la ONU y a la entrada en Libia de mercenarios profesionales de la guerra, llegados de otros países africanos, y utilizados en campañas ofensivas contra las ciudades de los rebeldes. Llegados a este punto, las potencias internacionales tuvieron que tomar una decisión para proteger sus intereses en Libia. O apostar por los rebeldes y preparar las armas; o volver sobre los propios pasos con el riesgo muy alto de que un personaje como Gadafi, resentido por la afrenta, cancelase los contratos con las compañías occidentales, con arreglo a su conocida gestión personal y lunática del sistema Libia.

¿Quiénes forman parte del Consejo Nacional Libio? ¿Son agentes del imperialismo, bravos revolucionarios, una mezcla de todo?

Se trata de personajes de extracción muy variada. Sobre todo abogados, jueces, hombres de negocios y alguna que otra cara lavada del régimen que ha abandonado a tiempo a Gadafi y que no tienen las manos sucias de sangre. Algunos han vuelto a Libia tras años de exilio en el exterior, sobre todo de los EEUU. De sus declaraciones se deduce que ambicionan una Libia unida, con capital en Trípoli, regida por un sistema constitucional, parlamentario y de partidos, que respete los viejos contratos petrolíferos y que reconozca la libertad de expresión, asociación, empresa y pensamiento. El trabajo que tienen por delante es larguísimo, porque desde hace 42 años la sociedad civil en Libia ha sido aniquilada. No existen asociaciones. No existen sindicatos. No existen partidos políticos. No existen instituciones. Existe únicamente la red de Comités Populares de Gadafi, sus fuerzas especiales de seguridad, un ejército que no cuenta para nada y la mano larga del gran jefe que decide todo según su humor.

¿Hay una izquierda más o menos organizada en Bengasi?¿Qué papel han jugado los jóvenes?

La izquierda no existe y si existe no es visible. Repito que no hay ni ha habido partidos en los últimos cuarenta años. Se ha reprimido toda forma de disidencia. La única fuerza de oposición interna en las últimas décadas ha sido la del islam político. Reprimido durísimamente durante la dictadura. Basta pensar en los 1200 islamistas fusilados en una sola noche en la cárcel de Abu Slim en Trípoli en 1996. También la revolución del 17 de febrero estalló a partir de la chispa de una protesta suya, cuando el 15 de febrero los familiares de las víctimas salieron a la calle para exigir justicia. Por lo demás, se trata de un movimiento espontáneo, formado sobre todo de jóvenes, incluso ingenuo si quieres, pero en el sentido positivo del término. En el sentido de que hay toda una generación que sin hacerse demasiados sofismas ha decidido que por la libertad vale la pena luchar y ha resuelto poner fin al régimen de Gadafi, incluso al precio de la propia vida.

¿Cuál era la situación social y económica en la Cirenaica antes de las revueltas? Libia, ¿no es un país rico? Entonces, ¿por qué protesta?

Esta es otra cosa interesante. A diferencia de Túnez y Egipto, Libia es un país rico. Incluso estos días se ven por todas partes grandes coches nuevos y las casas donde he entrado son casas de clase media. Los pobres en la ciudad son sobre todo los extranjeros: egipcios, sudaneses, chadianos, tunecinos, marroquíes, nigerianos, que emigraron a Libia para buscar fortuna y se vieron obligados a hacer los trabajos más humildes y peor pagados. Una cosa muy distinta sucede en el campo y en el mundo rural, que vive muy por debajo del nivel de vida de la ciudad. Pero una vez más aquí no se protesta por los salarios. Nunca he oído pronunciar la palabra “salario” en las protestas. Claro, se grita contra el escándalo de la corrupción, pero el punto principal es la libertad y el fin de la dictadura y del terrorismo de estado. Por supuesto, es evidente que todos creen que una gestión del petróleo orientada al bien público proporcionará una gran riqueza al país, más instrucción y mayor calidad de vida. Pero el punto principal, de nuevo, es la libertad.

Los habitantes de Bengasi, ¿han pedido realmente la intervención? ¿No temen perder el control de su revolución? ¿Perder credibilidad a nivel internacional, incluso entre los pueblos árabes vecinos?

Los habitantes de Bengasi tienen las ideas claras sobre dos puntos. Quieren la zona de exclusión aérea y los bombardeaos aliados sobre la aviación de Gadafi y sobre el armamento pesado que amenaza a los civiles. Y al mismo tiempo no quieren la entrada de las tropas extranjeras ni la ocupación militar. Lo dice el pueblo en la calle y lo subraya el Consejo transitorio nacional.

Los anti-imperialistas que hablan de conspiración se preguntan cómo es posible que los rebeldes se hayan armado tan deprisa, desde los primeros días. ¿De dónde han salido las armas? ¿Quién ha abastecido de armamento a los rebeldes?

Lo extraño es que no se pregunten en cambio quién ha armado a Gadafi y de dónde ha sacado todos esos tanques y todos esos lanzamisiles con los que está aterrorizando a los civiles. Pero volviendo a la pregunta, la dinámica es muy simple. El día 15 de febrero comienzan las protestas en Bengasi. El ejército, como en Túnez y en El Cairo, se niega a disparar sobre el pueblo. Pero lo hacen en su lugar las fuerzas especiales de seguridad de Gadafi. En pocos días hay una masacre, al menos 300 muertos. En este momento el ejército, bajo la presión del pueblo, abre los cuarteles y deja que los jóvenes cojan los viejos kalashnikov y los pocos lanzacohetes que se encuentran en los depósitos. Gracias a esas armas logran expulsar de la ciudad a las fuerzas especiales de Gadafi. Y con esas mismas armas defienden la ciudad de Bengasi y liberan la ciudad de Ijdabiya, Brega y Ras Lanuf. Hasta que Gadafi lanza contra ellos unidades especiales y mercenarios armados de tanques y lanzamisiles y apoyados por la aviación militar, que siembra el pánico entre las filas de los rebeldes bombardeando el frente. Luego, es cierto, en los días posteriores a las primeras derrotas militares contra el ejército de Gadafi, llegaron a la ciudad nuevas armas y nuevas municiones. Una vez más viejos kalashnikov y un poco de artillería antiaérea. Alguien logró hacer funcionar tres helicópteros y dos aviones militares Mirage, ambos luego abatidos, uno por fuego amigo y otro por una explosión del motor. En todo caso, si es un misterio de dónde han llegado las nuevas armas, lo que es cierto es que se trata de armas ligeras y de pésima calidad. En cuanto a los presuntos instructores militares sobre los que se ha especulado tanto, a juzgar por el caos del frente se diría que nunca llegaron.

¿Cómo crees que la intervención occidental puede influir en el curso de las revoluciones libia y árabe?

Todo depende de las decisiones que se tomen. Por el momento, el bombardeo sobre la artillería pesada de Gadafi simplemente ha evitado una masacre. Es verdad que han muerto decenas y quizás centenares de soldados y mercenarios libios. Es verdad que se podía haber evitado interviniendo antes con la diplomacia, quizás diez años antes, en lugar de dedicarse a cortejar al dictador desde los tiempos del fin del embargo, en 2004. Pero estando así las cosas, el bombardeo evitó que treinta tanques y veinte lanzamisiles entraran en Bengasi, cuando estaban ya a sus puertas, y después de que un solo día de batalla en la ciudad provocase 94 muertos. Nos guste o no la guerra, y a mí no me gusta, es de esto de lo que estamos hablando. Ahora, sin embargo, es necesario que la intervención militar se detenga y que el resto del trabajo lo hagan los libios. Porque el problema no es “guerra sí o guerra no”. La guerra ya existe. Y es una guerra de liberación. De un pueblo contra el régimen, sus fantoches y sus mercenarios. Y no debe convertirse en una guerra colonial contra un gobierno enemigo de los propios intereses particulares. Pero por lo que he visto en estos días, estoy convencido de que hay que apoyar al pueblo libio. En la mejor de las hipótesis surgirá una república constitucional basada sobre un sistema económico liberal. Puede no gustarnos, pero es lo que les gusta a los libios y tienen también el derecho de elegir su propio futuro. Apoyar a Gadafi en nombre de su máscara socialista y tercermundista no es sólo sólo una estupidez sino que nos convierte en cómplices de un criminal de guerra.

"A Gheddafi no le falta razón, las fotos de su casa bombardeada me hacen sentir mal”, dice Berlusconi. Dice también que querría hacer personalmente un blitz a Trípoli para negociar con el rais “una salida de escena honorable”. ¿Por qué dice estas cosas?

Berlusconi dice eso un poco por su su delirio de omnipotencia y su continua búsqueda de un puesto engtre los grandes estadistas de la historia de Italia. Y un poco también para distraer a la opinión pública italiana e internacional de la imagen de putañero que no puede sacudirse de encima después de los últimos escándalos sexuales tan morbosamente investigados por la magistratura y la prensa italiana.

Hablemos de Lampedusa. 11.000 emigrantes desembarcados, de los cuales hay todavía 3000 en la isla; otros 2000 han sido expulsados. Faltan entre 5000 y 8000 que el ministerios del Interior asegura haber “distribuido” en el territorio, como si el número de plazas disponible en los CIE y en los CARA no fuese un dato público. La fábrica de la clandestinidad, en definitiva, funciona a pleno rendimiento. Incluso si no parece que haya libios entre los emigrantes, ¿tiene una relación con Libia?

No, por ahora no existe esa relación. Existirá de nuevo, apenas vuelvan a salir de Zuwara, presumiblemente una vez termine la revolución. Pero por ahora no veo ese vínculo. A Lampedusa no está llegando ningún fugitivo de Libia. Claro, de aquí se han ido muchos extranjeros, al menos 250.000, sobre todo egipcios y tunecinos, y también chinos, bengalíes y otros, pero en su mayoría han regresado a casa a la espera de poder volver a Libia. Los libios que huyen de la guerra se desplazan de una ciudad a otra del país, buscando refugio en las zonas liberadas, al este. A Lampedusa, en cambio, sólo han llegado hasta ahora tunecinos. Y además originarios de Zarzis, Djerba y Tataouine. Y una vez más, también en este caso, en el origen de la oleada migratoria no se encuentra el caos generado en el país por la revolución, como muchos han pretendido invocando el asilo político y hablando de prófugos. Se trata, al contrario, de dos factores. Uno más contingente vinculado a la crisis económica de la costa tunecina como consecuencia de la caída del turismo tras la insurrección. El segundo, vinculado a la aventura colectiva. De nuevo, razonar en términos de crisis es reductivo y racista porque nos lleva a olvidar que se trata de jóvenes, iguales a nosotros, con sus sueños y su gusto por los desafíos. Miles de jóvenes han aprendido con la revolución que rebelarse es justo. Y quizás sin haberlo racionalizado, han comenzado a rebelarse contra la injusticia de la frontera. Quieren ir a visitar a París a sus parientes, quieren trabajar unos cuantos meses, quieren ver la orilla norte, quieren casarse con un italiana. Quieren viajar. Los motivos son asunto suyo; después de todo, viajar no es una exclusiva de desesperados sino al contrario una parte imprescindible de la vida de todos los jóvenes de hoy. Y para hacerlo violan una ley que consideran injusta. A mí me parece un acto de rebelión que entraña un enorme potencial. Por eso digo que en el fondo no es un mal que Lampedusa esté ahora sobrepoblada. Porque plantea cuestiones muy serias de manera explosiva. El régimen de criminalización de la libertad de circulación debe caer, exactamente como han caído las dictaduras del sur del mediterráneo. Los tiempos están maduros para eso.

Escribiendo desde Bengasi, ¿no has tenido la impresión de ser parcial? ¿Cómo valoras la calidad de la información sobre Libia en general y sobre Bengasi en particular? ¿Nos han manipulado? ¿Quién? Una parte de la izquierda dice, por ejemplo, que Gadafi nunca bombardeó desde el aire a los manifestantes y que esto demostraría que se trata todo de un montaje mediático para justificar la intervención. Pero también algunos respetables medios de la izquierda -pensemos en Il Manifesto o en Telesur- han sido acusados de dar información parcial o falsa.

Claro que soy parcial. Soy consciente y estoy orgulloso. Cada relato tiene un punto de vista. Y es importante elegir el propio. De la misma manera que hablo de las fronteras asumiendo el punto de vista de los emigrantes y de las familias de los que han muertos en el mar y no el de la burguesía europea o el de la policía de fronteras, así he contado la revolución en Túnez y en Egipto mezclándome con los rebeldes y no con los esbirros de los dictadores. Lo mismo en Libia. No quiero ser portavoz de un criminal de guerra como Gadafi. Querría, eso sí, estar en Trípoli y hablar de la resistencia en la capital, que ha desaparecido de las noticias después de que las primeras tímidas manifestaciones fueran reprimidas en sangre y después de que todos los periodistas “empotrados” fueran recluidos en los hoteles y obligados a cubrir sólo las noticias previamente seleccionadas por el régimen. Por lo tanto sí, soy parcial y prefiero estar de parte de quienes luchan por la libertad y no de quien emplea tropas mercenarias y lanzamisiles para atacar al propio pueblo porque no quiere dejar el poder después de 42 años de dictadura. Y bien, la izquierda ha entrado en crisis porque Gadafi ha sido un símbolo para un cierto socialismo y un cierto tercermundismo. Y tiene todavía hoy muchos amigos. Entre ellos Chávez y por tanto Telesur, y Valentino Parlato y por tanto Il Manifesto. De manera que no citaría estos dos medios como buenos ejemplos de periodismo respecto de la cuestión de Libia. Como tampoco citaría al canal Al-Arabiya, que hizo circular la cifra falsa de 10000 muertos ni a todos los otros medios que lanzaron sin pruebas la noticia de los bombardeos sobre la multitud de los manifestantes y la de las fosas comunes llegando incluso a usar de manera disparatada la palabra genocidio. Aquí emerge por enésima vez la escasa calidad del periodismo de hoy, sobre todo del italiano. Y sobre todo cuando se trata de contar fenómenos que escapan a las usuales categorías de pensamiento. El socialismo y la dictadura, la guerra y la paz, el islam y la democracia. Precisamente por eso me parece importante estar aquí y escribir a partir de las historias de los verdaderos protagonistas de esta revolución. Los jóvenes de la nueva generación libia.


Extraído de: http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/17097

miércoles, 23 de febrero de 2011

Grecia: ¡¡Noticias!!



23 de febrero: Actualización de la jornada de huelga general en Grecia
Constantes actualizaciones de lo acontecido en las manifestaciones en toda Grecia


16:10 (GMT +2) Atenas: La policía despejó temporalmente la mayor parte de la plaza de Síntagma, cargando con gases lacrimógenos y valiéndose de equipos motorizados. La gente ha comenzado a regresar a la plaza. Por un altavoz, manifestantes han llamado a una concentración por la tarde, delante del Parlamento. La estación central de metro ha sido reabierta.Tesalónica: detenciones de personas escogidas al azar entre la multitud por secretos. Enfrentamientos en torno a la plaza mayor de Aristóteles hace unos minutos. Los manifestantes atacaron la comisaría de Ano Polis (Ciudad Alta) con cócteles molotov.


15:38 (GMT +2) Atenas: Varios miles de personas están reunidas en la Plaza Mayor de Síntagma, donde los cordones policiales protegen el edificio del Parlamento. Se ha emitido un llamamiento a todo el mundo para que vuelva a Síntagma. Al menos 30 personas han sido arrestadas delante del Ministerio de Asuntos Exteriores (en los alrededores de la plaza mayor de Síntagma). Las autoridades del Rectorado de la Universidad de Atenas están celebrando una reunión, preparándose a violar el asilo universitario. Gente se está reuniendo en la plaza Omonia, preparándose para marchar hacia la plaza de Síntagma. Las estaciones de metro centrales han sido intencionalmente cerradas por la Policía.


15:23 (GMT +2): Manifestaciones en curso en muchas ciudades por toda Grecia: en Tesalónica, Patrás, Ioánnina, Kozani, Agrinio, Naxos, Rézymno, Volos, Arta, Heraclion, Larisa, Serres, Cefalonia, Mitilene, etc . En la ciudad de Drama el Ayuntamiento fue temporalmente ocupado por los manifestantes.


15:05 (GMT +2) Atenas: bloques de personas mixtos se están reuniendo delante del Parlamento (Plaza de Síntagma) y están llamando a todos a unirse a ellos allí. Gente que estaba en el barrio de Exárjia está tratando de formar una asamblea. Muchos informes dicen que el tamaño de la manifestación es similar al de la manifestación del 5 de mayo de 2010 (alrededor de 250.000 personas). Miles de manifestantes se encuentran todavía en las calles alrededor del barrio de Exárjia y los Propileos de la vieja universidad en el centro de Atenas, y están tratando de acceder a la plaza de Síntagma. Numerosos policías antidisturbios están cortando las calles. En muchos lugares en toda Atenas, los manifestantes están lanzando piedras y la Policía está disparando gases lacrimógenos y granadas de brillo y ruido sordo. Ha habido un número indeterminado de detenciones. Las estaciones centrales de metro se han ido cerrando por tiempos cortos. Un grupo de personas de varios bloques aún tiene ocupada la plaza mayor de Síntagma.


14:28 (GMT +2) Tesalónica: La policía trató de romper la mani cargando contra los manifestantes con una gran cantidad de gases lacrimógenos y granadas aturdidoras. Se ha roto una gran cantidad de cajeros automáticos, y continúan los enfrentamientos en la plaza de Aristóteles y las calles circundantes.14:10 (GMT +2) Atenas: Atenas es como una cámara de gas. Hay enfrentamientos violentos por todas partes, y muchos manifestantes han sido heridos, entre ellos ancianos y discapacitados. Hay un montón de policías secretos encapuchados. La gente sigue estando en las calles y defendiéndose a sí misma.


13:57 (GMT +2) Atenas: La manifestación entera ha sido atacada por todas partes con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras. Hay enfrentamientos en toda Atenas y hay informes de motos de la Policía ardiendo. Algunas detenciones de personas escogidas al azar. La gente intentó tomar por asalto el Ministerio de Finanzas y Hacienda en la plaza mayor de Síntagma (Constitución).


12:53 (GMT+2), Atenas: La manifestación es una de las más grandes realizadas en Atenas durante los últimos años. El tiempo es bueno, el ánimo también. La gente se van dirigiendo despacio a la plaza mayor de Síntagma


12:50h (GMT +2), Atenas: La manifestación es enorme. Algunos informes dicen que más grande que las grandes manifestaciones de las huelgas generales del año pasado. El corrupto presidente de la GSEE (Confederación General de Trabajadores Griegos), Panagópulos, fue provocado por manifestantes. La PAME (la unión sindicalista del partido «comunista» de Grecia) organizó una manifestación por separado, como siempre, la cual también cuenta con miles de personas. La cabeza de la manifestación ya ha llegado a la plaza mayor de Síntagma (a las afueras del parlamento), mientras que miles de manifestantes aún no han comenzado la marcha. Policías secretos procedieron a más detenciones de personas con mochilas o bolsos.


12:30h (GMT +2), Atenas: detenciones “preventivas “de sindicalistas de base. Miles de personas siguen reuniéndose. Muchos policías secretas en todo el barrio de Exárjia y las calles de sus alrededores.
Tesalónica: policías secretos fueron perseguidos por manifestantes. Algunas cámaras de vigilancia fueron destruidas después de que la marcha hubiera comenzado.
Patrás: Tal vez más de 4.000 personas están marchando en las calles céntricas de la ciudad. Varios inmigrantes también se han unido a la manifestación.


12:00h (GMT +2): Miles de personas se van reuniendo en puntos centrales de Atenas, Patras, Tesalónica, etc. Las marchas no han comenzado todavía ya que cada vez más personas están saliendo a las calles. Miles de maderos (el grupo antidisturbios, equipos motorizados y policías secretos) también se están moviendo alrededor de los puntos de encuentro, tratando de aterrorizar a la gente que se va a donde las manifestaciones. Según las autoridades, fuerzas policiales de muchas ciudades de provincias se han trasladado a Atenas para participar en el plan de represión.


martes, 15 de febrero de 2011

Nuestro ideario:


No vamos a repetir nada nuevo. La propaganda no es y no puede ser más que la repetición continua, incansable, de aquellos principios que deben servirnos de guía en la conducta que hemos de seguir en las varias contingencias de la vida. Expondremos, pues, con palabras más o menos diferentes, pero con un fondo constante, nuestro socialismo-anarquista revolucionario. Creemos que la mayor parte de los males que afligen a los hombres dependen de la mala organización social y que los hombres, queriendo y sabiendo, pueden destruirlos. La sociedad actual es el resultado de las luchas seculares libradas por los hombres. No comprendiendo las ventajas que podrían haber obtenido de la cooperación y de la solidaridad, viendo en todos sus semejantes -excepto en los más cercanos a ellos por el vínculo de la sangre- competidores y nada más que competidores, cuando no enemigos, han procurado acaparar, cada uno para sí, la mayor cantidad posible de goces sin preocuparse del interés de los demás. Dada esta lucha, naturalmente, debían salir vencedores los más fuertes o los más afortunados, sometiendo y oprimiendo a los vencidos de modos diversos y múltiples. Mientras el hombre no fue capaz de producir sino lo que necesitaba para su sostén, los vencedores no pudieron hacer otra cosa que matar al vencido y apoderarse de los productos por éste cosechados. Más tarde, cuando con el descubrimiento del pastoreo y de la agricultura un hombre pudo ya producir más de lo que necesitaba para vivir, los vencedores encontraron más ventajas en reducir a los vencidos a la esclavitud y hacerles producir para ellos, para los “dueños”. Más tarde aún, los vencedores se dieron cuenta de que era más cómodo, más productivo y más seguro explotar el trabajo ajeno con otro sistema: el de retener la propiedad exclusiva de la tierra y de todos los medios de trabajo y dejar nominalmente libres a los despojados, los cuales, no teniendo ya medios para vivir, se veían obligados a recurrir a los propietarios y a trabajar para éstos en las condiciones que éstos imponían. De este modo, poco a poco, gradualmente, a través de una red complicadísima de luchas de todo género -invasiones, guerras, rebeliones, represiones, concesiones arrancadas, asociaciones de vencidos unidos para la defensa y de vencedores unidos para la ofensa- se ha llegado al estado actual de la sociedad, en el cual unos cuantos hombres poseen hereditariamente la tierra y toda la riqueza social, mientras la gran mayoría de los individuos, desheredada de todo, se ve oprimida y explotada. De este estado de cosas depende la situación miserable en que generalmente se encuentran los trabajadores y, además, todos los males que de la miseria se derivan: ignorancia, delitos, prostitución, miseria física, abnegación moral y muertes prematuras. De este estado de cosas depende la constitución de una clase especial -el gobierno- que, provista de medios materiales de represión, tiene la misión de legalizar y defender a los propietarios contra las reivindicaciones de los proletarios, sirviéndose además de esta fuerza para crearse para sí ciertos privilegios y para someter, cuando puede, hasta a la misma clase propietaria. De este estado de cosas depende que otra clase -el clero- se haya convertido en la ayuda más eficaz para la perpetuación de la injusticia, ya que procura persuadir a los oprimidos para que soporten dócilmente al opresor, trabajando de paso, como la clase gubernamental, al propio tiempo que por el interés de los propietarios, por sus propios intereses. De este estado de cosas depende la formación de una ciencia oficial que es, en todo aquello que puede servir al interés de los dominadores, la negación de la verdadera ciencia. De este estado de cosas depende el espíritu patriótico, los odios de raza, las guerras y la paz armada, más desastrosa que todas las guerras. De este estado de cosas depende el amor convertido en tormento o en objeto vil de mercado. De este estado de cosas depende el odio más o menos intenso, la rivalidad, la desconfianza, la incertidumbre y el miedo que reina en las relaciones de todos los hombres. Este estado de cosas es el que nosotros, anarquistas, queremos cambiar radicalmente. Puesto que todos esos males que hemos mencionado son consecuencia de la lucha entre los hombres, de esa búsqueda del bienestar individual efectuada por cuenta propia y contra todos, queremos remediarlos sustituyendo al odio con el amor, a la competencia con la solidaridad, a la búsqueda exclusiva del propio bienestar con la cooperación fraterna para el bienestar de todos, a la opresión y la imposición con la libertad, a la mentira, cualquiera que sea su índole, religiosa o seudocientífica, con la verdad. Para realizar ese cambio, creemos preciso proceder a:
1. Abolición de la propiedad privada de la tierra, de las materias primas y de los instrumentos de trabajo, con el fin de que nadie pueda tener el modo de vivir explotando el trabajo ajeno y de que, teniendo todos los hombres garantizados los medios de producir y de vivir, puedan ser verdaderamente independientes y puedan asociarse con los demás libremente, conforme a las propias simpatías y con el propósito de colaborar en el interés de todos.
2. Abolición del gobierno y de todo poder que pueda dictar leyes e imponerlas a los demás, es decir abolición de las monarquías, de las repúblicas, de los parlamentos, de los ejércitos, de los policías, de las magistraturas y de todas las demás instituciones dotadas de medios coercitivos.
3. Organización de la vida social mediante la obra de asociaciones libres, de federaciones de productores y de consumidores, hechas y edificadas a tenor de la voluntad de sus componentes, guiados por la ciencia y la experiencia y libres de toda imposición que no derive de las necesidades naturales, a las cuales, vencido el hombre por el sentimiento de la misma necesidad inevitable, voluntariamente se somete.
4. Garantizar, señaladamente, los medios de vida, desarrollo y bienestar de los niños y de todos los que no estén en estado de proveerse sus necesidades.
5. Hacer la guerra a todas las mentiras, aunque se oculten bajo el manto de la ciencia y procurar la instrucción científica, hasta en su más elevado grado, para todos los hombres.
6. Acabar con el patriotismo, aboliendo las fronteras y trabajando por la confraternización de todos los pueblos.
7. Reconstituir la familia de modo que resulte de la práctica del amor, libre de todo vínculo legal, de toda opresión económica o física, de todo prejuicio religioso.
Estos son los remedios que ofrece nuestro ideal. Estos son los remedios que deseamos ver realizados. Pero no basta con desear una cosa. Si verdaderamente se quiere obtenerla, es necesario emplear los medios adecuados para su realización. Estos medios existen, sin duda, y no son, de ningún modo, arbitrarios. Se derivan, naturalmente, del fin a que se tiende y de las circunstancias en las que se lucha, de modo que, si no nos engañamos en su elección, llegaremos a los fines que nos proponemos. Si llegamos a otro fin, opuesto al que deseamos, ello obedecerá, como consecuencia natural, necesariamente a que los medios escogidos no eran los adecuados. El que se pone en camino y se equivoca, no va adonde quiere, sino allí donde conduce el camino que recorre.

en Malatesta, vida e ideas, 1975