Me desarma,
ver desde tus ojos,
el agua caer.
Me desarma,
ver a tu rostro,
descender.
Pero, no es sólo eso.
Y hablar de ello,
no lo prefiero.
Me desarman,
tus labios.
Que, como telones,
muestran y esconden,
tu simpatía,
tu sonrisa.
Me desarman,
tus manos.
Que, cuando me buscan,
energías, siento en el tacto.
Me desarman,
tus ojos.
Que, cuando me miran,
sé de tus enojos,
tus penas,
tus antojos,
y alegrías.
Pero, no es sólo hablar,
lo que prefiero.
Porque, me desarma,
no sentirte, eso no quiero.
ver desde tus ojos,
el agua caer.
Me desarma,
ver a tu rostro,
descender.
Pero, no es sólo eso.
Y hablar de ello,
no lo prefiero.
Me desarman,
tus labios.
Que, como telones,
muestran y esconden,
tu simpatía,
tu sonrisa.
Me desarman,
tus manos.
Que, cuando me buscan,
energías, siento en el tacto.
Me desarman,
tus ojos.
Que, cuando me miran,
sé de tus enojos,
tus penas,
tus antojos,
y alegrías.
Pero, no es sólo hablar,
lo que prefiero.
Porque, me desarma,
no sentirte, eso no quiero.
Ermitaño.
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