La "Fiesta" de la democracia.

¿Fuiste y te encantó?
¿Te sentiste en "la fiesta de la democracia"?
¿Llevaste a tu hijo y le preguntaste a juez de mesa si podías hacerlo entrar al "cuarto oscuro" para que vea el milagro de la elección democrática?
¿Te emocionaste al ver las banderitas, los militares haciendo guardia dentro de las escuelas y los clubes?
¿Fuiste corriendo a tu casa a seguir minuto a minuto la evolución de los acontecimientos?
¿No?
¿Cómo que no?
¡ESO SÍ QUE ES IMPOSIBLE!
¿Entonces seguro fuiste sin muchas ganas, te cansó hacer la cola o votaste al primero que viste, a ese que "seguro no va a ganar" no?
¿Tampoco?
¿Entonces lo único que se me ocurre que pudo ocurrir es que votaste en blanco, tiraste tu voto a la basura, pero al mismo tiempo se lo cediste al ganador, afirmaste aún más su victoria. Bue, qué se yo, es una forma de elejir.

¿TAMPOCO?
¡Dios me libre y me guarde!
¿Qué hiciste demonio, si no fuiste a elejir a nuestros gobernantes, a elejir a esas personas que decidirán correctamente por nosotros, esos que tendrán el PODER y nos representarán perfectamente y sabrán mejor que nosotros qué es lo que necesitamos, aquellos seres brillantes que estudiaron para tener estos super poderes, así como el policia entrena y se instruye para poder matar con derecho y juicio? ¡gente bien y de bien!
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La respuesta a todo esto es simple, es la elección verdadera, es NO VOTAR,

Es IMPUGNAR o NO IR directamente. Es NO creer en esta mentira de que nos representan y pueden decidir por nosotros mejor que nosotros mismos.
Hablá, comentá, discutí, DECÍ LO QUE PENSAS Y DECIDÍ POR VOS.
De izquierda, de derecha, TODOS buscan el poder, todos quieren estar arriba y mandar; estar arriba para poder aplastar.

Impulso 3

Tu idea de que el progreso es tener más capital,
tu planificación de vida según las ganancias,
tu egocentrismo por tener obreros esclavizados bajo tu mando,
y tus posesiones

ME LAS PASO POR EL CULO.

Cita:

“Vos sabés más que yo, pero yo soy más revolucionario”
Bakunin a Marx.

Desarmás:

Para mi Compañera...

Me desarma,
ver desde tus ojos,
el agua caer.

Me desarma,
ver a tu rostro,
descender.

Pero, no es sólo eso.
Y hablar de ello,
no lo prefiero.

Me desarman,
tus labios.
Que, como telones,
muestran y esconden,
tu simpatía,
tu sonrisa.

Me desarman,
tus manos.
Que, cuando me buscan,
energías, siento en el tacto.

Me desarman,
tus ojos.
Que, cuando me miran,
sé de tus enojos,
tus penas,
tus antojos,
y alegrías.

Pero, no es sólo hablar,
lo que prefiero.
Porque, me desarma,
no sentirte, eso no quiero.

Ermitaño.