Entregarse al comfort
de extrema incertidumbre.
De labios y pupilas húmedas
inquietos por el hambre.
Hambre de cuidados.
Hambre de contactos.
Y en ese remolino extremo
de espontánea conducta.
Y en ese espontáneo impulso
de sangre despertada.
Por eso que odian.
Y nosotros no.
Por eso que sacrifican.
Y nosotros no.
Por ese amor que destripan.
Y nosotros, llamamos libertad.
2 comentarios:
Con fede y un compañero del trabajo hablabamos de por què el hombre se opone a cualquier forma de autoridad. La charla no duro mucho pero es interesante ver que hay gente que se pregunta eso y se da cuenta de eso. Otros viven aceptando sin pensar un segundo en esta pantalla que nos muestran.
me gusto mucho, fabuloso que existan este tipo de blog. Gracias.
Publicar un comentario