mi piel se congela, los poros salen de mí
y la piramide se afila hasta -aguja- atravesarme
el agua me absorbe y la sangre se vuelve trueno.
mi rostro, plumífero, canta la zamba carnavalesca
de los que festejan justo antes de la llegada de la muerte.
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1 comentario:
Festejemos!
Que la muerte viene.
Ah, no... están tirando petardos por navidad.
Muerte al forro de Noél!
Hernán.
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