miércoles, 22 de julio de 2009

Edén

sirviente que aún en el desierto busca a quién servir
acostumbra la vida a bajar la cabeza
la arena se irá
las nubes también
no existe tal paraiso,
en libertad, mi cuerpo es el edén

y al entender esto:

¡ni un color se me acerca!
¡ni un cuchillo me atraviesa!
¡y tu cara perpleja entiende que con guardia baja, ahora me toca golpear a mi!

1 comentario:

Hernan dijo...

Me en cantó Papá!
Siga así.
Saludos!

Hernán.