martes, 15 de abril de 2008

Retenciones v.s. retenciones

De un lado: El gobierno, sumo administrador y coercitivo, regulador de la sociedad. Del otro: Los llamados "productores", propieterios, empresarios, patrones, negreros... etc. En suma, ambos capitalistas y coercitivos.
Los primeros, hicieron uso del intento de aumento a la "retención" a lo recaudado por los segundos de su exportación para la mantensión de ese aparato llamado estado. Institución-parásito de la sociedad debido a que realmente se sustenta del trabajo de los empleados de aquellos patrones por la retención de la llamada plusvalía (robo de un porcentaje de lo trabajado por el empleado, donde éste recibirá solamente lo mínimo, como salario, para subsistir). Según Bakunin:" Supongamos que yo soy el obrero y que tú eres mi patrón. Si ofrezco mi trabajo
 al precio más bajo y permito que vivas de él no es ciertamente por devoción o por un amor fraterno. Y ningún economísta burgués se atrevería a decirlo, aunque su razonamiento se haga idílico e ingenuo cuando comienza a hablar de los afectos recíprocos y las relaciones mutuas que "debieran" existir entre patrones y empleados. Lo hago por mi familia y para no morirme de hambre. En consecuencia, me veo "forzado" a venderte mi trabajo al precio más bajo posible, y me veo forzado a ello por la amenaza HAMBRE"1. (Subrayado nuestro)
Volviendo a las "retenciones", podrían mensionarse las que estos "productores", al reclamar "sus derechos", hicieron con las materias primas (En este caso: alimentos), los frutos de lo trabajado por el hombre (campesino o paisano) y la propia tierra. Si bién siempre se habla de lo perdido en dinero, lo que habría que preguntarse es lo perdido en alimentos y lo que se perderá. Pero esto no se hace para resaltar lo que el estado podría "perder", sino la propia sociedad, las masas. Que en el caso de aquellos propietarios o arrendatarios, no están lejos geográficamente de quienes día a día mueren de HAMBRE por la desnutrición o, "si tienen suerte", su desarollo intelectual será relegado por una dieta paupérrima.  . De aquí se desprende, que estos tipos hallan dejado descomponer toneladas de alimentos,
 especulando con la escasez de estos bienes para la suba de sus precios en el mercado (claro reflejo de la especulación capitalista). 
Por ello, no debemos "solidarizarnos" con aquellos que que nisiquiera tienen un mínimo gesto de humanidad. Esto, especialmente, cuando las relaciones entre empresarios y Estado marchan "bién" y los primeros hacen uso del aparato coercitivo de los segundos (Léase: POLICÍA) para impedir el "robo" de "sus" productos o simplemente la "invasión" de la propiedad privada.
Para finalizar, habría que mensionar que este "enfrentamiento" es sólo una pantomima entre explotadores. Por eso hay que quitarse la venda de nuestros ojos y no ver a caudillos: presidenta (Desde el gobierno) y productores (Desde la patronal). Sólo profesar la destrucción de la explotación del hombre por el hombre.

Hernán.

1.Bakunin, Mijail: "Sobre el capitalismo, el Estado y lademocracia", Ed ¡Libert(A)d!, p.5

2 comentarios:

Marina dijo...

a ver si soy el primer ser en este planetaaaaaaaaaaa

a plantar una huertita todos carajo

ahi los linkeo hermanos

Pablo dijo...

Genial aporte Hernancho!

Por mi parte agregaría una crítica a la soja... ¿Quién se cree que es, tan sana, nutritiva y popular?
Propongo un secuestro express, total si sale mal... la hacemos milanesa! muejeje (¿?)