jueves, 17 de abril de 2008

Sin título

La mujer-madre volvía de hacer las compras. Caminaba jugando con sus pasos en las valdozas y se preguntaba por la comida de ese día. Había comprado papas para hacer el plato favorito de su hijo, tortilla de papas sin cebolla y bien dorada con ensalada de tomate.
Cuando llegó a una esquina y se preparaba para cruzar vió que cruzando la calle se acercaba un adolescente de alrededor de 13 años. Su cerebro prejuicioso le informó que no tenía aspecto amenazante asique siguió planeando una y otra vez el plato que iba a cocinarle a su hijo, aunque con un presentimiento de que al final terminaría preparando algo que le gustara a ella sola.
Cuando se decidió a cruzar frenó por un instante y sintió que no debia avanzar."todavia no, le voy a dar un tiempito más" pensó la mujer-madre. Dirijió su mirada alrededor suyo buscando una excusa para su inmovilidad cuando vió a aquel adolescente a centímetros de ella.
El chico subiendo a la vereda le preguntó gritando violentamente: -Qué hace señora acá en la calle? porqué no está en su casa? -
Atemorizada pensó que debía estar drogado y que podría ser peligroso, además de convertirse en un obstaculo.
Con miedo por su seguridad le respondió con tono asustado: - vengo de hacer los mandados, ahora me voy para mi casa.
El pibe la miró a los ojos, hizo un esfuerzo inmenso para mantenerse en pie y le preguntó nuevamente pero moviendo los brazos y mirando las bolsas de la mujer: - pero qué hace a esta hora en la calle?! ud. tendría que estar en su casa!
La mujer cambió su estado emocional, comenzó a sentirse indignada y ese sentimiento le ganó al miedo que le tenía al chico: - ahora estaba a punto de ir a mi casa. Estoy yendo a cocinarle a mi hijo, vengo de comprar lo que necesito para cocinarle -
La mujer cruzó y se quedó al lado de un hombre que junto a su perro esperaba en la entrada de una veterinaria. Miró como el chico se alejaba mirandola fijamente. El dueño del perro observó la expresión de miedo de la mujer y sin comprender dijo: - mire que no muerde el perro, es mancito.
La mujer, más aliviada, le explicó la situación.
El hombre le propuso acompañarla la media cruadra que le faltaba para llegar a su casa y ella le agradeció pero negó la propuesta.
Miró como el chico se alejaba mirandola fijamente. No pudo aguantar su mirada. Sentía que en ese chico había algo de verdad, un espejo que reflejaba su propia alma.
"bueno ya es hora de volver".
Caminó rápidamente ansiosa del volver, y ansiosa de alejarse de aquel pibe.
Abrió la puerta de su casa, subió las escaleras soltando mecánicamente las bolsas en el suelo y desparramando su contenido, y sin vacilar se dirigió al baño.
Su hijo muerto en la bañera sostenia una carta.

Cristian.

5 comentarios:

Cedric dijo...

es un borrador sin correción ortografica.
se aceptan criticas y propuestas.

Hernan dijo...

Si el hijo no soy yo está todo bien.Si no, te re cago a besos en la boca.

Cedric dijo...

baldozar
valdosar
valde
valdear
balvuzear
válbula y valbula


y asi zuzezibamente....

Pablo dijo...

Debo admitir que no duermo desde hace una semana, esperando poder leer esta obra... Y como no podía ser menos, esta MUY lejos de decepcionarme...

El público lo aclama, sr!
Un aplauso para el asador!

César dijo...

Himu || http://el-linyera.blogspot.com/ dice:
...Mierda que impacta tu cuento jajaja. Lees la oracion final haciendote caca ensima...Además de q impacta y tiene sentido (Porque bien podría ser una cagada que se hace la historia grosa, como hay muchas) está bien narrado. Muy agradable de leer....

Listo. Una paja garrafal volver a opinarte. Segui asi (L)